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La raíz básica de la felicidad es nuestra mente; las circunstancias externas solo son adversas o favorables.
Matthieu Ricard

El primer bloque investiga nuestra forma de pensar, la tendencia o los hábitos que apoyan a nuestros pensamientos, que son la base que sustenta lo que decimos, nuestras palabras, y también nuestras acciones. Para cualquier decisión que tomamos existe previamente un pensamiento. Reconocer el poder de la mentes es, por lo tanto, uno de los aspectos más importantes de nuestra vida. En este bloque se trabajan cuatro actitudes básicas que afectan de forma positiva la manera de pensar: la humildad, la paciencia, la satisfacción y la alegría. Quizás merezca la pena explicar estas cuatro actitudes, ya que a menudo se interpretan de un modo distinto de como se plantean aquí. La humildad es la capacidad de aprender de todas las situaciones y de todas las personas y, por lo tanto, se complementa con una autoestima sana y sería lo opuesto de la prepotencia. La paciencia no se entiende en absoluto como resignación, sino como la capacidad de mantener la calma ante situaciones incómodas o difíciles. La satisfacción hace referencia a la capacidad de valorar lo que se tiene, no en el sentido de no ambicionar nada más, sino de ser capaces de disfrutar de lo que tenemos y de sentirnos bien. Por último, la alegría se trabajará junto con la satisfacción, y se entiende como lo contrario de la envidia; es la capacidad de disfrutar de las cosas buenas que nos ocurren y también de las que les ocurren a los demás.